El día jueves 25 de junio a las 15hs, se abordará una temática que despierta innumerables controversias entre los diferentes actores de la industria de las telecomunicaciones. Probablemente este sea el punto que redefina la estructura del negocio, por ello desde el Encuentro generamos un espacio para poder contrastar las visiones de Cableoperadores, ISPs y Productores de Contenidos, representados por: Ing. Ariel Graizer – CABASE, Lic. Diego R. Rodriguez – Fox Latin American Channels y Ing. Juan Ramón García Bish – GIGARED.
La neutralidad de la red es uno de los tópicos más escuchados en el ambiente durante los últimos meses, pero para los que aún tengan dudas sobre esta expresión, podemos sintetizarles que se refiere a una internet sin restricciones de contenidos, servicios, ni plataformas por parte de proveedores o gobierno; es decir no deben obstaculizar (bloquear, ralentizar, cobrar más, etc.) por acceder a cualquier contenido o servicio legal en la red.
“Hay que adaptarse al cambio del modelo”, afirma Ariel Graizer.
El modelo que se está proponiendo en algunos lugares del mundo, sobre todo en Europa, sería el de “una Internet de dos carriles”, una metáfora que ilustra el fin de la neutralidad de la red. Significa que existiría un “carril lento” para el tráfico estándar (navegación web, correo electrónico, etc.) y otro llamado “carril rápido”, para los servicios que consuman más recursos: vídeos y audio en streaming, por ejemplo. Por supuesto que este mayor ancho de banda estará reservado solo a quien pague por él.
Según el Lic. Diego Rodriguez: “Estamos ante la Tercer Fase de los Servicios OTT.”
Los propulsores sostienen que el objetivo de un sistema como este sería garantizar servicios mínimos para donde fueran realmente necesarios (coches autónomos, servicios médicos, etc.) mientras que servicios de puro ocio quedarían al otro lado. Desde la otra vereda, sus detractores sostienen que implicaría que muchas Webs que no dispongan de mayor velocidad no lleguen con éxito a sus destinatarios y permitiría a los IPS, exigir dinero a los sitios que deseen llegar con mejor calidad a sus consumidores. Esto sin dudas demandaría una readaptación de los servicios OTT tal como los conocemos hoy en día y según lo que se aprecia en este último tiempo queda bien en claro que no bastará con una negociación exitosa con los distribuidores, la clave estará en la calidad del contenido.
El Ing. Juan Ramón García Bish sostiene: “Llegamos al fin de la tarifa plana de Internet.”
En el fondo de la discusión está la inversión en infraestructura que requieren los nuevos modelos de consumo. En la época del Blackberry los usuarios mandaban e-mails y mensajes de texto vía BBM, que eran aplicaciones que consumían muy pocos recursos. Luego empezó a usarse más intensamente la web y comenzaron a enviarse audios, fotos y videos; paquetes que produjeron un aumento exponencial del consumo de datos de la mano de: Facebook, WhatsApp, Spotify y Youtube. Esto ha llevado a que los proveedores encuentren cada vez más difícil mantener el precio de su servicio, debido a que el constante aumento de transferencia de datos necesita nuevas tecnologías, más fibra óptica, etc. Por eso hoy la tendencia es que la tarifa plana tienda a desaparecer y el acceso a Internet móvil (y en un futuro no muy lejano probablemente el fijo) se convierta en un servicio donde se paga por su consumo, tal como se hace con la luz o el gas. Entonces el usuario que utilice su teléfono para mirar videos o escuchar música va a pagar más que aquel que sólo envíe correos.
